Desde sus comienzos la K. Bay. Sts. B. puso números de inventario (también denominados matrícula), además de nombre (hasta 1892), a las locomotoras. Los criterios no fueron, en un principio, ni lógicos ni eficaces. Se comenzó por el número 1 y se siguieron asignando correlativamente según se recepcionaban las máquinas; pero, cuando se dieron de baja las primeras locomotoras, se reutilizaron los números de inventario de aquellas, comenzando a complicar la situación. Más tarde, se reservaba una serie de números para una determinada Clase, de modo que las locomotoras de la misma llevasen números continuados; pero como algunas Clases vieron aumentados los pedidos con posterioridad, esta regla no se pudo aplicar a todas las máquinas por igual, de modo que hay Clases inventariadas con más de una serie de números correlativos. Algunas locomotoras fueron modificadas en su rodaje y, por tanto, pasadas de una Clase a otra, generalmente manteniendo el número de inventario, lo cual representa otra razón para que un determinado número aparezca en los listados más de una vez. También hay que señalar que algunos números no llegaron a utilizarse nunca. En una única ocasión, por si fuera poco, se empleó un número como si fuese un nombre: el de la locomotora con número de inventario 934, perteneciente a la Clase B IX, que por ser la número mil de las fabricadas por Maffei se la llamó "1000", como si se tratase de un nombre, y eso es lo que llevó en su placa, que no debe confundirse con la placa de número, dando lugar a confusiones. Por todo lo dicho, algunos números se repiten, bien sea por la reutilización del número de inventario, bien por otras circunstancias; en estos casos es preciso tener en cuenta la Clase, Fabricante y Número del mismo para identificar una locomotora en concreto. |